CUIDAR NUESTRA SALUD MENTAL, ES CUIDAR NUESTRO BIENESTAR INDIVIDUAL Y  EL DE LA COMUNIDAD.

La declaración de Pandemia por la OMS, el estado de aislamiento en las casas y en todo el país forma parte de las adversidades que nos presenta la vida, lo importante es cómo se transita y qué se hace con ella.

1. Informarse adecuadamente recurriendo a fuentes oficiales y midiendo el tiempo de exposición frente a las noticias. La sobre información produce miedo e ideas catastróficas que impactan de manera negativa en nuestras vidas.

2. Conservar la tranquilidad para actuar con serenidad. Comprender que las emociones que se sienten, miedo, tristeza, intranquilidad, son parte de lo esperable en una situación de emergencia sanitaria como el coronavirus.

3. Generar espacios seguros y climas positivos donde puedan expresarse y aclarar dudas. Favorecer los pensamientos alentadores y explicaciones racionales que generen alivio frente a la adversidad. Evitar largas explicaciones y respuestas catastróficas.

4. Mantener la organización en las rutinas de alimentación, descanso e higiene personal, esquemas de tratamiento y medicación. Incorporar nuevos hábitos (como el lavado frecuente de manos) que contribuyan al autocuidado y eviten el contagio.

5. Priorizar los vínculos afectivos con tratos amables, expresiones afectuosas y risas compartidas, ayudan a afrontar éste período con más fortaleza. Priorizar siempre el significado de nuestras vidas.

6. Organizar y planificar espacios de actividades atractivas, utilizando el juego como herramienta de aprendizaje, incluir ejercicios físicos, meditación, actividades tecnológicas, lecturas interesantes, cuentos asombrosos, música alegre. Ayudan a mejorar nuestro estado emocional y estimulan nuestra creatividad.

7. Abordar la situación actual de manera eficiente, comprender que es transitoria conservando la perspectiva y dimensión de la realidad. Aprovechar para potenciar nuestras habilidades buscando cómo ser útil. Es tiempo de observar, valorar y construir nuevos aprendizajes.

8. Mantener las redes sociales y de apoyo activas, familia, amigos, grupos comunitarios, profesionales de la salud, para que durante éste tiempo se conviertan en una red de seguridad y contención. Sigamos en contacto virtual con nuestros seres queridos para afrontar la realidad con entereza.

9. Cuidar de nosotros y de los otros para que cuando la crisis pase podamos sentirnos más fuertes, que hemos aprendido y alcanzado la mayor confianza en uno mismo.

Fuentes de referencia

Recomendaciones por la OMS, Ministerio de Desarrollo Social Argentina. Consejo General de Psicología de España. ISPAD. ADA.

Material realizado por el Comité de Pediatría de la Sociedad Argentina de Diabetes.

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